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Thursday, March 31, 2016 (read 1570 times)
Un vistazo al estilo indirecto: recordando cosas. 2
by DiegoLa semana pasada le quitamos el polvo a lo que sabíamos sobre el discurso referido (o estilo indirecto, que tanto da) y quedamos en que hoy íbamos a recordar todo lo que se refiere a las referencias temporales.
Empezando por el principio, al igual que hacíamos con las referencias espaciales, en el discurso referido nos encontramos con dos opciones. Yo suelo usar en clase una imagen que funciona bastante bien: cuando tenemos que repetir información de un tercero nuestro papel es el de un intérprete, que puede desarrollar su actividad de dos maneras, bien realizando una interpretación consecutiva, repitiendo lo que el hablante ha dicho o dice, aunque también existe la opción de narrar en diferido lo que el hablante dijo. Y aquí está el intríngulis de la cosa. Cuando hacemos referencia a algo que el hablante acaba de decir, compartimos con él el contexto temporal, con lo que las referencias cronológicas no deben verse alteradas por nuestra parte. Pero cuando lo que hacemos es repetir algo que se dijo en el pasado, sí que tenemos que realizar algunos cambios que sitúen al oyente-receptor del mensaje en su contexto correcto, dejando claro que lo que estamos contando no es nuestra información, sino la del hablante original (todo esto, claro, dejando a un lado la cuestión siempre apasionante de las implicaturas).
Es en este segundo caso en el que nos vamos a centrar, recordando siempre que en tanto transmisores de un mensaje no debemos alterar en nada el contenido del mismo, simplemente limitarnos a contextualizarlo en el momento en que se emitió. Es ahora cuando suelo realizar una revisión –que nunca viene mal- para que los estudiantes verbalicen las funciones principales que cada tiempo verbal del indicativo tiene. Esta verbalización en plenaria va a servirnos de “tapete” sobre el cual se va a desarrollar el juego de cambios que estamos a punto de comenzar, y que podemos mostrar en la siguiente tabla.
Tiempo en el estilo directo |
Información que transmite |
¿Existe otra forma que exprese la misma información en el pasado? |
Tiempo en el estilo indirecto pasado |
Presente |
Acción en progreso, acción habitual, descripción |
Sí, el Imperfecto |
Imperfecto |
Perfecto Compuesto |
Acción terminada en relación con el presente |
Sí, el Pluscuamperfecto |
Pluscuamperfecto |
Imperfecto |
Acción en progreso, acción habitual, descripción |
No |
Imperfecto |
Pluscuamperfecto |
Acción terminada anterior a otra acción pasada |
No |
Pluscuamperfecto |
Perfecto Simple |
Acción puntual en el pasado |
No |
Perfecto Simple |
Acción durativa con límites precisos en el pasado |
Sí, el Pluscuamperfecto |
Pluscuamperfecto |
|
Futuro |
Acción futura, probabilidad en el presente |
Sí, el Condicional |
Condicional |
Condicional |
Probabilidad en el pasado |
No |
Condicional |
Imperativo |
Orden, expresión de un deseo futuro |
Sí |
Imperfecto de Subjuntivo |
Este esquema puede aclararse en determinados puntos, sobre todo en los tres últimos tiempos verbales: el futuro, el condicional y el imperativo. Vamos allá.
Aprovechando, que siempre es bueno, podemos hacer una revisión de la morfología del futuro de andar por casa. Me explico. El futuro se forma, en español, partiendo del infinitivo completo como raíz y tomando como terminación algo que se parece muchísimo al presente del verbo haber, sin la hache. También podemos recordar que el futuro perifrástico (ir a + infinitivo) es otra opción para expresar una acción por venir. Pues bien, si aceptamos que el presente cambia en imperfecto, el presente de voy a salir cambiaría en iba a salir, o sea, una perífrasis con sentido de futuro aplicable a un contexto pasado. Pues lo mismo nos ocurre con el futuro simple: seguimos manteniendo el infinitivo completo y sustituimos las terminaciones esas que se parecían tanto al presente de haber por las desinencias de imperfecto (ía, ías…) ¡Hale, hop, aquí está el condicional!, que reúne características del futuro (la raíz especial, incluyendo los irregulares) y las terminaciones del imperfecto.
El condicional, en sí mismo, no se utiliza en español para expresar una información cronológica, sirve para otras cosas. Si lo que deseamos, en el estilo indirecto, es transmitir la misma información pero alterando sólo la relativa al espacio y al tiempo, ¿qué necesidad hay de cambiarlo? Dejamos al condicional como está, en tercera persona, y tan panchos.
Por fin el imperativo entra en escena. Hay que recordar un par de cosillas: primera, que el imperativo en español, en el 75% de sus formas, se corresponde exactamente y sin excepciones con el presente de subjuntivo, por lo que no parece raro imaginar que en la mente de un hablante nativo se produzca una conexión entre el imperativo y el presente de subjuntivo. Por otra parte, si aceptamos el hecho de que decir “Cállate” y “te pido que te calles” son dos caras de la misma moneda, y observamos que en el segundo ejemplo nos encontramos con un presente de subjuntivo, admitiendo que el presente cambia en imperfecto, las cosas quedarían así: “Le pidió que se callara”. Pues bien, una cosa lleva a la otra y por eso el imperativo (¿o era presente de subjuntivo?) cambia en imperfecto de ese demoníaco modo verbal.
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