DELE - La cosa va para arriba

Nadie puede obviar el hecho de que la población de habla hispana se está convirtiendo en la segunda en número en el mundo, detrás del chino mandarín, ni olvidar que el español se habla en toda América, en España y en enclaves de África, como Guinea Ecuatorial, de Oriente Medio, como la población sefardí en Israel y en el Pacífico, como en Filipinas.

Tampoco podemos olvidar el crecimiento que el uso del español está experimentando en Internet y en las redes sociales, donde todavía el inglés nos saca una buena ventaja. Y la importancia económica que el mundo hispano está adquiriendo en el convulso mundo actual.

Hablar español, tenerlo como lengua materna es una suerte y un privilegio del que debemos llegar a hacernos merecedores usándolo con conocimiento de causa, con la mayor precisión y corrección que podamos y evitando, con los instrumentos que nuestra lengua nos ofrece, el uso gratuito e innecesario de extranjerismos, por muy de moda que estén y por muy modernos que nos haga parecer. Y en ello estamos.

Un dato indiscutible de la importancia que nuestra lengua está adquiriendo nos lo ofrece el número de candidatos que, en incesante aumento, se siente interesado por la realización de las pruebas correspondientes al DELE.

Según datos ofrecidos por el Instituto Cervantes, durante los primeros seis meses de 2015 el número de aspirantes al DELE ha visto incrementado su número por encima del 5 %, lo que significa un total superior a los 35.000 candidatos.

Y este incremento parece que no va a detenerse, sino todo lo contrario, ya que se exigirá el DELE a los sefardíes que aspiren a obtener la nacionalidad española, acogiéndose a la ley aprobada por el Gobierno español en los últimos meses.

También deberán certificar su nivel de conocimiento de español con las pruebas del DELE de los niveles A2 y B1 los inmigrantes que deseen obtener la nacionalidad en España. Estas pruebas, así como las de conocimiento histórico y cultural, están en proceso de preparación, siendo el Instituto Cervantes el responsable de su creación.

Además, en la nueva convocatoria de julio se ha producido un 40 % de crecimiento de las inscripciones al DELE sobre la cifra del año pasado… un aumento más que significativo.

También el DELE escolar destaca en este sentido: se han matriculado casi 9.500 alumnos para estas pruebas (A1 y A2-B1), el doble que los candidatos del año pasado.

Este incremento de candidatos, que parece imparable, nos hace pensar que, hoy más que nunca, nuestra preparación para adaptarnos a los nuevos modelos de examen, a los diferentes tipos de pruebas que los candidatos deben superar en los diferentes niveles del DELE y a las técnicas didácticas que hemos de emplear en la preparación de nuestros estudiantes para superar estas pruebas, se hace más necesaria que nunca.

No podemos quedarnos atrás y dejarnos caer en la rutina del “piloto automático” que nos tienta en cada esquina… Como comentamos la semana pasada, la renovación constante y la preparación permanente nos permitirá acercarnos un poquito más a la excelencia que, sin duda, es nuestra meta común.