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Thursday, October 8, 2015 (read 4211 times)
 

El Postmétodo Explicado

by Salomé Torres

Cuando los profesores llevamos varios años enseñando empezamos a confiar cada vez menos en los métodos, especialmente en los que se alejan de la experiencia del aula. Adaptamos nuestras clases a “lo que funciona” y a veces vamos más lejos y hacemos aquello que “me funciona”. Yo encuentro aquí un riesgo, que el profesor se acomode en lo que le funciona a él pero no en lo que hace aprender y crecer a sus alumnos. Esto no es postmétodo, esto tiene algo de abandono y a mí al menos me preocupa un poco, creo que debe haber autoobservación, análisis y autoevaluación por parte del profesor, por eso me ha gustado descubrir las enseñanzas del profesor Kumaravadivelu.

En primer lugar el profesor debe tener una formación metodológica amplia para programar sus clases, planificar su enseñanza y sus actividades, para evaluar de manera crítica y autónoma, en fin, para estar preparado para el millón de cosas que pasan en un aula de español. Este profesor además de estar suficientemente preparado debe estar observándose y autoevaluándose continuamente.

Kumaravadivelu propone tres principios organizadores:

  • Particularidad: o sea, la necesidad de una comprensión real de los factores lingüísticos, sociales, culturales, políticos y educativos que determinan la enseñanza en un contexto educativo. Es decir, empezamos por la base, por saber dónde estamos y a partir de ahí construimos nuestro método.
  • Practicabilidad: implica una comprensión real del conocimiento pedagógico que surge de la clase y que los profesores construyen con la práctica en el aula. Es decir que el profesor es el generador de teoría práctica, a través de la acción y la reflexión continuada.
  • Posibilidad: implica un conocimiento real de la conciencia sociopolítica que los alumnos y los profesores llevan al aula y las posibilidades que existen para usarla como catalizador de una transformación personal y social. 

Es decir que el profesor, con una formación sólida y un conocimiento real de su entorno, construye su método a partir de sus alumnos y su contexto y no al revés (cojo el método y lo encasqueto en mi clase).

Estas tres condiciones generales forman la base para una serie de puntos que el profesor debe tener en cuenta:

Maximizar las oportunidades de aprendizaje
El profesor debe aprovecha cada oportunidad creada en el aula por los estudiantes para aprender. Esto conlleva la flexibilidad del programa, que es más bien una preprogramación que puede ser alterada a partir de la respuesta que le dan sus alumnos.

Facilitar la interacción negociada
Es decir que el alumno tiene que tener libertad y estímulos para iniciar la conversación, no solamente se trata de reaccionar y responder cuando le pregunto sino que se buscan interacciones reales con negociaciones de significado. Esto se consigue a través de las actividades de grupo, de las preguntas abiertas que permitan intercambios significativos, de conversaciones en las que realmente se aporta información sobre temas que interesen a los alumnos y que ellos mismos deberían proponer.

Minimizar los desajustes en la percepción
El profesor debe tomar conciencia de que lo que los alumnos perciben en muchos casos está muy lejos de lo que el profesor tiene la intención de comunicar. Por eso debe asegurarse la comprensión mediante todos los recursos posibles y aún así no perder nunca de vista que esta posibilidad existe,

Desarrollar el aprendizaje intuitivo
Es muy productivo proporcionar suficientes datos textuales como para que el estudiante pueda inferir determinadas reglas gramaticales subyacentes por sí mismo sin recurrir a explicaciones que complican las cosas. Los estudios empíricos demuestran que el hecho de descubrir por sí mismos afecta a la comprensión y la retención de los estudiantes de una manera más favorable que la presentación explícita de patrones estructurales subyacentes. Siempre controlando que las deducciones de los alumnos sean las deseadas

Fomentar la concienciación lingüística
El concepto de concienciación lingüística considera que la gramática es una red de sistemas que interactúan con algo más que una serie de estructuras que se deben aprender y por tanto el profesor debe buscar que el alumno tome conciencia de la naturaleza real de la lengua y su papel primordial en la vida humana. Es decir, que la lengua es mucho más que una serie de reglas gramaticales que el profesor va dosificando linealmente. La enseñanza basada en la concienciación lingüística es cíclica, holística y está orientada al estudiante, se centra en los significados y se basa en principios cognitivos generales.

Contextualizar el input
Sabemos que el input se debe contextualizar para que los estudiantes se beneficien de los efectos interactivos de los diversos componentes lingüísticos. Presentar unidades aisladas y discretas dará como resultado la disonancia pragmática, lo que privará al estudiante de los indicadores pragmáticos necesarios y hará más difícil el proceso de construir significado. Se puede hacer a través de actividades como escenarios, tareas o simulaciones

Integrar las destrezas lingüística
Creo que aquí no se necesita ninguna aclaración. Diré simplemente que además me parece muy útil aprovechar todos los canales a mi alcance para que mis alumnos reciban información del tipo que sea.

Promover la autonomía del aprendiente
A veces tengo que dedicar a este asunto un tiempo que considero precioso pero con los años he visto que es una inversión muy interesante porque multiplica exponencialmente la cantidad de tiempo que mis alumnos están en contacto con la lengua.

Incrementar la consciencia intercultural
Desarrollar la conciencia intercultural tiene múltiples ventajas pero si además son los alumnos los que informan no solo aumentaremos su autoestima sino que además conseguiremos una mayor efectividad.

Asegurar la relevancia social
Es decir, tener en cuenta que el hecho educativo se produce en un entorno social con sus posibilidades y sus limitaciones: desde la motivación para el aprendizaje, las funciones que se espera que desempeñe la nueva lengua en el hogar y en la comunidad, la disponibilidad de input para el aprendiente, la variación de input y las normas de competencia aceptables para una comunidad de hablantes determinada. Resulta imposible aislar la vida del aula de la dinámica de las instituciones sociales. Por lo tanto, la enseñanza tiene poco sentido si no tiene en cuenta la relevancia social.

Yo a esto le añadiría una cierta atención a los factores emocionales, una evaluación formativa y ya tengo todos los ingredientes para preparar mis clases y para evaluar mi programa. ¿O me he dejado algo? 


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